Por María Jaraquemada.
Las crisis también son oportunidades. El Caso Convenios puede ser una gran oportunidad para avanzar en esta mayor senda de transparencia de las corporaciones y fundaciones, claves para el desarrollo armónico de nuestro país.
La sociedad civil cumple un rol irremplazable en muchos aspectos de nuestras vidas. En ocasiones es más innovadora y llega ahí donde el Estado no lo hace e incluso comienza a prestar ciertos servicios claves para la ciudadanía antes que éste lo haga. A raíz del caso Convenios se puede tener una discusión como país si creemos que el modelo de subsidiariedad debiera mantenerse o no, pero la sociedad civil seguirá siendo esencial. Por esto, es clave fortalecerla. De acuerdo a cifras de Sociedad en Acción (2019), un 41% del financiamiento de estas organizaciones proviene del sector público. Por otra parte, muchas de estas entidades realizan valiosas propuestas de políticas públicas y buscan influir en los procesos de toma de decisión.
Nuestro país ha avanzado decididamente en materias de transparencia, con especial foco en el Estado pero también en la interacción del sector privado con el público. Así, hoy tenemos agendas de lobby públicas, información sobre el financiamiento de la política por parte de privados, entre otras.
Para darle mayor legitimidad a la acción de estas entidades privadas que tienen un eminente rol público, es clave, entonces, que también pensemos en darle mayor transparencia a su actuar: su rol de incidencia, de provisión de bienes y servicios públicos, sus principales fuentes de financiamiento, entre otras.
Las crisis también son oportunidades. El Caso Convenios puede ser una gran oportunidad para avanzar en esta mayor senda de transparencia de las corporaciones y fundaciones, claves para el desarrollo armónico de nuestro país.
María Jaraquemada.
Directora ejecutiva de Chile Transparente.
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